La fuga de Michel le Basque

 

La única imagen conocida de la expulsión de los acadianos. Se ve el ataque inglés a Grimross

Michel le Basque recorrió más 2.100 millas (unos 3.379 kilómetros) entre Nueva Orleans y Tracadie en Canadá tras huir del lugar donde estaba confinado por los ingleses junto a otros acadianos. Su obsesión era volver para reunirse con su mujer y su hijo. No conocemos de aquel viaje salvo las referencias parciales que aparecen en el poema Evangeline, de Longfellow, así que el viaje es una oportunidad para dejar volar la imaginación.

Un paréntesis musical. En mi juventud, uno de los grupos de folk más populares era Nuestro Pequeño Mundo. Una de sus canciones era Un Canadian errant que, sin saber de qué se trataba, me parecía bastante sosa. Conseguí luego la versión de Ian & Sylvia que formaba parte de un single de aquellos que tenían funda de papel sin foto. Por fin descubrí su origen: Fue escrita en 1842 por  Antoine Gérin-Lajoie después de la rebellion del Bajo Canadá de 1837-38.Algunos rebeldes fueron condenados a Muerte y ahorcados. Otros obligados a exiliarse en Estados Unidos y muchos deportados a Australia. Gérin-Lajoie escribió esta canción sobre el dolor del exilio mientras estaba en el Seminario. Pronto se convirtió en una canción para muchos francocanadienses que tenía sus propias experiencias del exilio. Además de los exiliados del Bajo Canadá, la canción también tuvo su importancia para los rebeldes del Alto Canadá y para los acadianos que había sufrido la deportación en masa entre 1755 y 1763. La versión acadiana se conoce como Un Acadian errant.   

 



 

Acadia es el nombre dado a las antiguas colonias de Nueva Francia en las tres provincias marítimas de Canadá (Nueva Escocia, Nuevo Brunswick e Isla del Príncipe Eduardo) así como una parte de Quebec (sur de la península gaspesiana) y una muy pequeña porción de la isla de Terranova (provincia de Terranova y Labrador). Hay que recordar que, en Terranova, a mediados del siglo XVIII, seguía habiendo una intensa presencia de vascos, en su mayoría marinos o dedicados a otros oficios relacionados con la mar, como carpinteros de ribera[1].

A pasar de esto, los vascos no participaron oficialmente en la colonización de la Nueva Francia (Canadá) porque se trató al principio de una empresa privada y no de una cuestión de Estado. Los primeros colonos procedían de Normandía, Perche, Aunis, Poitou o Saintonge. La mayor parte de estos viene del norte del Loira. Los pescadores y marineros vascos cruzaban el Atlántico, no como colonos, sino para hacer una pequeña fortuna y regresar a casa[2].  La única excepción conocida la constituyó el fuerte de San Juan. A principios del siglo XVII, los pescadores de San Juan de Luz frecuentaban la bahía de Placentia donde tenía sus secaderos. En 1604 construyeron el fuerte que bautizaron como “San Juan”. En 1621, la Corte de París concedió patenta al bayle y al pueblo de San Juan de Luz para construir y equipar cuatro navíos para la protección de su comercio con Terranova. Sus capitanes fueron François Lohobiague, Jean d’Artetche, Martin Hirigoyen y Joachim Haristeguy. Junto a la enseña real, izaban el pabellón rojo y negro con las armas de San Juan de Luz. Se sumó a esta flotilla en “Santa-Catherine” mandada por el almirante Larralde. La escuadra vasca llegó por primera vez a Terranova en 1627.

 


Pescador vasco (Centro de Interpretación de Placentia)

 

En 1650, el corsario Nicolás Cargot intentó capturar dos pesqueros vasco-españoles. Se encontró con que todos los vascos, franceses y españoles, salieron en su auxilio, así que Cargot, furioso, tuvo que retirarse. En 1658, ascendido a capitán de navío, regresó a Placentia como gobernador, lo que no pareció intimidar a los vascos[3].

Un despacho del gobernador de Terranova, Antoine Parat, fechado en 1684, habla de la insolencia de los vascos (“ils font mille insolence”) por lo que había que castigarlos. Según parece, durante una cena a bordo de uno de los barcos, el capitán se atrevió a abofetear al gobernador (al propio Parat). Es cierto que, como resalta Monseñor Howley, para entonces los pescadores vascos ya no tenía ni la fuerza ni la influencia de antaño, perdiéndola a favor de la población francesa y bretona[4].

En el siglo XVIII vuelve a hacerse notar la presencia vasca en lo que hoy es Canadá. Junto a los pescadores, los marinos mercantes dedicados al cabotaje. Mario Mimeault habla ya de una “colonia de marinos vascos”, algunos de ellos, como Michel de Sallaberry, Jean de Hirigoyen, Joseph Cadet Etcheverry, Echenique y otros se convertirán asimismo en comerciantes estableciéndose en el lugar. Los negocios de Sallaberry se extendía de Baiona o Burdeos a la Nueva Francia (Canadá) y la Martinica donde contaba con agencias y factorías[5].

 


En 1755, debido al nuevo inicio de la guerra con Francia (la fase norteamericana de la Guerra de los Siete Años) y a las dudas acerca de la lealtad de los habitantes de Acadia, las autoridades coloniales británicas expulsaron a los acadios de sus tierras, les arrebataron sus propiedades y les dispersaron por las demás colonias británicas de América del Norte. Fue la conocida como Le Grand Dérangement, todo un ejercicio de genocidio y limpieza értica.

 

Entre los deportados, algunos vascos. Hoy conocemos la historia de Michel Bastaratche “Le Basque” (“O Bask” en los textos ingleses) y de sus hermanos Pierre y Jean Baptiste originarios de Baiona. De Michel se decía que fue un filibustero, aunque se refiere a otro “Michel le Basque”.  Michel “Le Basque” fue hecho prisionero por los ingleses y, tras una espectacular fuga, vuelto a capturar y deportado junto a otros 960 acadianos a Carolina del Sur, desde donde llegó a Luisiana. Encontrándose en Nueva Orleans, decidió fugarse junto a su hermano Pierre y otros doce acadianos e inició una larga travesía desde Luisana a Canadá para reunirse con su esposa. Como señalamos, su historia se recuerda en parte el poema Evangeline (1847) del poeta estadounidense Henry Wadsworth Longfellow.[6]

Según Placide Gaudet, Pierre falleció el 25 de marzo de 1796. Michel, por su parte, murió en Tracadie el 15 de enero de 1820, a la edad de 89 años. Dejó muchos descendientes, entre ellos, los vascos del  Canton-des-Basques, condado de Gloucester, al noroeste de New Brunswick, Canada[7].                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     


                                                                                                                                                                                                                                                              

El que se quedó fue Jean Baptiste (Jean Le Basque). Lo hizo en el Bayou State (hoy estado de Mississippi). Tuvo tres hijas, una de las cuales falleció en Baton Rouge[8].

Hubo más llegadas de acadianos. Algunos lo hicieron desde Santo Domingo. 1600 lo hicieron desde Francia en siete barcos fletados por España en los días en que la Luisiana dependía de la Corona española. Esta pretendía colonizar con acadianos una parte del territorio bajo su administración.[9]

Además de los Bastaratche, Hay otras dinastías de vasco-acadianos que se extienden hoy por Estados Unidos como los Turbide (Iturbide), originarios de Hazparne, los Aspirot (Aspirotz), de Baiona, los Arosteguy, los Ozelet…



[1] Jean-Claude Paronnaud, Basques et Gascons en Amérique septentrionale aux XVIIe et XVIIIe, Pau (2004): Centre généalogique des Pyrénées-Atlantiques. Ver, asimismo, Mario Mimeault, Destins de pécheurs. Las Basques en Nouvele-France, Quebec (2011): Septentrion..

[2] John Reade, John Reade, The Basques in North America, Montreal (1889): Dawson Brothers Publishers, p. 23.

[3] Jon Garat, Opus cit., p. 45.

[4] Rt. Rev. Bishop Howley, “The Old Basque Tombstone of Placentia”, Transactions of the Royal Society of Canada. Second Series, 1902-192, Vol. VIII. Section II, p. 87.

[5] Mario Mimeault, Destins de Pecheurs. Les Basques en Nouvelle-France, Québec (2011): Septentrion. . Seguramente, hay una confusión con otro Michel le Basque (Etchegorria) que tuvo como base de operaciones la isla de Tortuga un año antes.

[6] Jennifer Andrews,”Acadian Indentities, Arcadian dreams: Revisioning’s Evangeline North of the Border”, en Gillian Roberts (ed) (2018), Reading between the borderlines, McGill-Queen’s University Press, vv.pp.

·        [7] Corinne La Plante, BASTARATCHE, dit Basque, MICHEL, en Dictionary of Canadian Biography, Vol. V (1801-1820).

[8] Steven A. Cormier, Acadians Who Found Refuge in Louisiana, February 1764-early 1800s.  http://www.acadiansingray.com/Appendices-ATLAL-JEANSONNE.htm 

[9] Christopher Hodson (2012), The Acadian Diaspora, London: Oxford University Press, p.28.

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