Adan y Eva no tenían ombligo


Peter Paul Rubens y Jan Brueghel el viejo: El-jardin del Eden con la caída del hombre

"¿Por qué la historia de Adán y Eva, que solo ocupa una página y media más o menos de las 1.078 de la edición moderna de la Biblia del rey Jacobo que tengo encima de mi escritorio, funciona tan estupendamente y con tanta facilidad? La escuchamos por primera vez cuando tenemos unos cinco o seis años y ya no la olvidamos nunca. La viñeta más tosca y esquemática la evoca sin más, quizá no en todos sus detalles, pero sí en sus rasgos esenciales más básicos. Hay algo en la estructura de esta narración que se le queda pegado a uno; literalmente es casi inolvidable". Así comienza Stephen Greenblatt  su 'Ascenso y caída de Adán y Eva' (Crítica). Como veremos, la historia ha funcionado a lo largo de los siglos pero muy pocos se ha detenido a examinar un hecho ¿fundamental?, la cuestión del obligo, que dejamos para el final y evitar así algún equívoco.




El escritor costarricense Reinmhardt Acuña Torres recuerda que, según las religiones abrahámicas: el judaísmo, el cristianismo y el islamismo,  Adán y Eva fueron el primer hombre y la primera mujer que poblaron la Tierra. Más precisamente, el Edén o Paraíso Terrenal. Según relata el Génesis, Dios creo primero al hombre (Adán) y, al verlo solo, decidió que necesitaba una compañera mujer (Eva); la cual creó a partir de una costilla de su primogénito. De acuerdo con el mismo relato, la pareja tuvo inicialmente dos hijos varones: Caín y Abel. Caín mató a su hermano Abel y luego de su muerte nace Set; también varón, cuando Adán tenía la temprana edad de 130 años; ya que, según el relato del Génesis, Adán vivió 930 años (Genesis 5:3-5). Y aquí es donde se complica la cosa. El Génesis no relata cuantos hijos e hijas engendró Adán; ni si fue con Eva o producto del incesto con alguna de sus hijas. Como lo hizo Set con su hermana Azura según relata el Libro de los Jubileos, texto canónico para la Iglesia ortodoxa etíope y texto apócrifo (pseudoepígrafo) para la iglesia cristiana, en el capítulo 4. Lo que si relata Genesis 5:6-8 es que, de forma similar a su padre Adán, Set tuvo a su hijo Enós a la joven edad de 105 años, engendró hijos e hijas y vivió 912 años.

El Libro de los Jubileos también relata que Awan o Aven: del hebreo אָוֶן aven «vicio», «iniquidad», «potencia»; fue la esposa y hermana de Caín; así como la hija de Adán y Eva. Y continua el relato de Genesis 5 la descendencia de Adán hasta Noé quien, de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet, y cuya esposa, aunque la Biblia no la específica (posiblemente por ser descendiente de Caín), se identifica como Naamá quien fue hija de Lamec y de Sila. Posteriormente, «la maldad de los hombres» (Genesis 6) desató la ira de Dios y luego Dios desató el Diluvio (Genesis 7) para acabar con ella. Y por supuesto con toda la humanidad exceptuando a quienes habitaban el Arca; es decir, Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos.

Entonces, si nos atenemos al relato del Génesis, debemos concluir que el bagaje genético de todos los seres humanos de género masculino (hombre) que existían sobre la Tierra antes del Diluvio Universal provendía de Adán. Lo cual, no solo carece de sentido histórico; ya que, el linaje de ramificación más temprana de un cromosoma Y (cromosoma A00); se detectó una muestra de ADN proveniente del National Geographic Genographic Project, que lo data hace 338 mil años. Y aunque el relato del Génesis no detalla el año en que Dios creo a Adán y Eva; este se puede inferir de los estudios bíblicos en alrededor de 4000 años antes del nacimiento de Jesús de Nazareth; o sea, hace unos los 6 mil años. ¡Tan sólo unos 332 mil años de diferencia!; eso es, unas ¡56.33 veces la historia humana!

Margarita Natxiondo y Jose Bengoetxea progenitores de Adan y Eva. 

Antes de entrar en materia, y a pesar de los párrafos anteriores, debo decir que soy pariente bastante cercano de Adán y de Eva, primos carnales de mi abuela materna y estos (los tres) eran asimismo primos hermanos de Mundo y Universo. No es broma. Mi tío (bisabuelo) José Bengoetxea Anduiza emigró al Oeste de Estados Unidos donde reunió una considerable fortuna gracias a los negocios ovejeros. En la sesentena, se casó con una joven vasca a quien casi doblaba en edad. Se llamaba Margarita Natxiondo. Contradiciendo al Génesis, la primera en nacer (y la última en morir) fue Eva. Luego, le tocó el turno a Adán. No llegaron al mundo en el Paraíso Terrenal sino en Mountain Home, estado de Idaho. Tan cercanos a Mundo y Universo, podían permitirse ciertas licencias. Su padre, Juan Manuel, era el mayor de los hermanos y, por tanto, titular del mayorazgo. Así que fue el único que no emigró. Era ateo militante y, para demostrarlo, cada domingo y fiesta de guardar, se ponía a trabajar junta al camino por el que pasaban los aldeanos cuando iban a la Misa mayor para que viesen que él era ateo. Por cierto, el tío Juan que solo hablaba euskera (lengua vasca) se habría entendido bien con Yuval Noah Harari, ateo como él, autor de Homo Deus. Breve historia del mañana (Debate). Franco acabó con Mundo y Universo cuando les obligó a ponerse "nombres cristianos".

El Paraíso Perdido, según Gustavo Doré

Por lo que he explicado, hay miles de razones que justifican la presencia  de Adan y Eva en la Literatura (¿también la cuestión del ombligo?). Hay algún momento en que uno podría pensar que Adán y Eva justifican la existencia de la Literatura occidental. No sé. El calor me está afectando. Escucho el Dueto de Adan y Eva, del famoso oratorio La  Creación de Hydn, cuyo libreto está inspirado en El Paraíso Perdido de John Milton

Leí la obra de Milton en mis años de Bachiller, animado por hecho que el libro había sido prohibido por la Santa Sede e incluido en el Índice hasta 1900. Aún así y desde entonces, Milton era como poco pecado venial lo que le sumaba interés. Es cierto que, en El Paraíso, Adan y Eva son personajes secundarios. El "protagonista" es Satán en cuyos hermosos ojo ,oran la tristeza y la muerte, animado de un heroísmo sombrío y orgulloso, proclamando valerosamente la gloria y la grandeza de su desafío al Creador. Quizá por ello se convirtió en un gran símbolo para los románticos, como personificación de la rebeldía y de la aspiración del alcanzar el absoluto. A Caín, también le asignaron los románticos un papel similar.

Harold Bloon insiste en esta idea: "En El Paraíso Perdido el lector debe concentrarse en Satán, el cabeza de turco de casi todos los exégetas eruditos, y a pesar de ello la mayor gloria del poema, sólo igualado en parte por la extraordinaria ampliación, en el libro 7, de las narraciones hebreas de la creación, Satán naturalmente es derrotado".


Después de tanta tensión, hay que buscar otro enfoque: el humor que aporta nada menos que Mark Twain.  Cuenta Gabriela Bustelo, prologuista y traductora de Los escritos irreverentes (Impedimenta), que en 1909 el mismísimo Mark Twain le escribió a un amigo sobre el material que trabajaba entonces: “este libro no saldrá jamás. Es imposible porque se consideraría una ignominia”. En 1939 un experto en la obra de Twain, Bernard DeVoto, hizo la edición de esos escritos, pero la hija se negó a autorizarlo. Tuvo que esperar hasta 1962 para publicarlos. La compilación incluye cartas que escribe el demonio desde la tierra, los “apuntes de la familia de Adán” donde está el “diario de Matusalén”, “la autobiografía de Eva” y “el diario de Sem”El libro ofrece las versiones más desopilantes de las historias bíblicas y con la más desenfadada ironía. Cuando el diablo se refiere al final del viaje de Noé en su arca y que alude a las plagas: “Noé y su familia se salvaron, si es que eso puede considerarse una ventaja. (…) La familia se salvó, sí, pero sus integrantes no estaban muy a gusto, la verdad, todos plagados de microbios. Hasta las cejas estaban. Sí, gordos, obesos, hinchados como globos de tantos microbios como tenían. Por desagradable que fuera la situación, no se podía evitar, porque había que conservar suficientes microbios para abastecer de enfermedades desoladoras a las futuras razas humanas y a bordo sólo iban ocho personas que pudieran hacer las veces de hotel. Los microbios eran con mucho la parte más importante del cargamento del Arca, la que más preocupaba al Creador y con la que más encariñado estaba. Tenían que estar todos bien alimentados y adecuadamente acomodados. A bordo del Arca había gérmenes de tifus, gérmenes de cólera, gérmenes de hidrofobia, gérmenes de tétanos, gérmenes de la tisis, gérmenes de la peste negra y varios centenares de gérmenes aristócratas, creaciones especialmente preciosas, áureos portadores del amor de Dios por el género humano, dádivas sagradas del amoroso Padre a sus hijos; todos ellos, por supuesto, suntuosamente alojados y lujosamente atendidos, es decir, albergados en los lugares más apetecibles que pudieran ofrecer las entrañas de la familia; los pulmones, el corazón, el cerebro, los riñones, la sangre, las vísceras. Especialmente en las vísceras”.

Antes sí había publicado Los diarios de Adán y Eva,  un libro lleno de ironías sobre la relación entre los géneros, repleto además de momentos humorísticos que aluden a un mismo acontecimiento visto desde dos puntos de vista. Se trata de dos seres que se observan con curiosidad y desconfianza, y que poco a poco aprenden a estar juntos y a necesitarse. Esta pequeña obra es una imaginaria crónica del primer amor humano, un amor que se repetirá en esencia por el resto de parejas a lo largo de los tiempos. De este modo, Los diarios de Adán y Eva es un libro con un toque religioso y teológico que busca, en el fondo, ensalzar la vida en pareja.


Eça de Queirós


Una de las obras menos conocidas del escritor portugués Eça de Queirós, pero, sin duda, de las más singulares e interesantes es Adán y Eva en el paraíso«Adán, Padre de todos los hombres, fue creado el día 28 de octubre a las dos de la tarde?» La narración que así comienza apareció publicada en el Almanaque Enciclopédico de 1897 en Lisboa y es fácil imaginar el desconcierto de los lectores ante esta primera frase. Como en todo almanaque, el relato combinaba la divulgación científica con el mito, el naturalismo más crudo con la fantasía, sin olvidar otro referente: la Biblia. Y todo ello bañado con un humor y una inteligencia prodigiosos. Animales prehistóricos y espantosos, paisajes metafóricos descritos con prosa bellísima, una Eva que convierte en lógica y alivio todo lo que para Adán es misterio y terror: el Paraíso aquí dibujado nos parece tan real como nuestro mundo actual. Nacimiento y apocalipsis a la vez. Eça se atreve a imaginar cómo fueron los primeros días en el Paraíso del primer hombre, quien ni siquiera sabía lo que era un hombre. Una especie de Parque Jurásico con palabras del siglo XIX. 

Adan y Eva y su ombligo (Rubens)

Hay un libro maravilloso de Martin Gardner titulado "¿Tenían ombligo Adán y Eva?" Esta no es una cuestión baladí. Gardner plantea así la cuestión: "Si alguna vez se encuentra usted en compañía de un fundamentalista, puede provocar una divertida argumentación planteándole una sencilla pregunta: ¿tenían ombligos Adán y Eva? Para los que creen que la Biblia es históricamente exacta, ésta no es una pregunta trivial. Si Adán y Eva no tenían ombligo, no eran seres humanos perfectos. Pero si los tenían, entonces los ombligos implicarían un nacimiento con parto que ellos jamás experimentaron".

Bruce Felton y Mark Fowler son los autores de The Best, Worst and Most Unusual (Galahad Books, 1994). En este interesante libro de referencia, dedican varios párrafos (pp. 146-147) a lo que ellos llaman "la peor disputa teológica". Para ellos, se trata del virulento debate que viene durando desde que se escribió el libro del Génesis y que versa sobre si la primera pareja humana tenía lo que sir Thomas Browne describía en 1646 como «esa tortuosidad o complicada nudosidad que solemos llamar el Ombligo».
La opinión de Browne era que Adán y Eva, puesto que no tenían padres, debían poseer unos abdómenes perfectamente lisos.
En 1752, según Felton y Fowler, se publicó en Alemania el tratado definitivo sobre el tema. Se titulaba Untersuchung der Frage: Ob unsere ersten Uraltem, Adam und Eve, cinen Nabel gehabt.
Tras discutir todos los aspectos de esta difícil cuestión, el autor, el doctor Cristian Tobías Ephraim Reinhard, llegaba por fin a la conclusión de que la famosa pareja carecía de ombligo.

Miguel Ángel: La creación de Adán, 1511, Capilla Sixtina. Adán con ombligo

Tal como nos cuentan Felton y Fowler, en algunos cuadros pintados en la Edad Media y el Renacimiento, Adán y Eva exhiben ombligos; en otros, no. En la Capilla Sixtina, Miguel Ángel pintó a Adán siendo creado por el dedo de Dios, y la figura tiene ombligo. Casi todos los artistas de épocas posteriores siguieron el ejemplo de Miguel Ángel.
La opinión de Browne era que Adán y Eva, puesto que no tenían padres, debían poseer unos abdómenes perfectamente lisos.
En 1752, según Felton y Fowler, se publicó en Alemania el tratado definitivo sobre el tema. Se titulaba Untersuchung der Frage: Ob unsere ersten Uraltem, Adam und Eve, cinen Nabel gehabt.
Tras discutir todos los aspectos de esta difícil cuestión, el autor, el doctor Cristian Tobías Ephraim Reinhard, llegaba por fin a la conclusión de que la famosa pareja carecía de ombligo.
Tal como nos cuentan Felton y Fowler, en algunos cuadros pintados en la Edad Media y el Renacimiento, Adán y Eva exhiben ombligos; en otros, no. En la Capilla Sixtina, Miguel Ángel pintó a Adán siendo creado por el dedo de Dios, y la figura tiene ombligo. Casi todos los artistas de épocas posteriores siguieron el ejemplo de Miguel Ángel.
os actuales creacionistas de la Tierra joven, que creen que Dios creó a Adán a partir del polvo de la tierra, y a Eva de una costilla de Adán, guardan un extraño silencio con respecto a los ombligos de la pareja. También callan en lo referente a otros aspectos de la vida que implican historias pasadas. Por ejemplo: si se hubieran cortado los troncos de los árboles del Paraíso Terrenal, ¿se habrían encontrado anillos de crecimiento? ¿Cómo responderían a estas preguntas Jerry Falwell y otros teleevangelistas? Muchos cristianos liberales, tanto católicos como protestantes, aceptan ya la evolución de los cuerpos de los primeros seres humanos. Sin embargo, tal como recalcó el actual Papa en su reciente declaración de que la evolución es una teoría legítima, hay que insistir en que Dios infundió almas inmortales en Adán y Eva, almas que sus antepasados antropoides no poseían. Esta es actualmente la opinión de casi todos los principales pensadores católicos. Se impone creer que los primeros humanos, ya fueran dos o más de dos, fueron criados y amamantados por madres que eran animales sin alma. Una vez escribí un relato sobre esta cuestión, titulado «Los horribles cuernos» —me refería a los cuernos de un problema—, que se puede encontrar en la colección The No-Sided Professor (Prometheus Books, 1987).

Post Scriptum: No me olvido de de Poema de Adán y Eva, de Torrente Ballester, o de Balada de Caín, de Manuel Vicent. Eso sí a Caín y a su hermano los dejo para otra ocasión. 


Comentarios

  1. Hola, tengo una pregunta concerno el sitio Basques in USA. Por favor ayudame :)
    Muchas gracias,
    Biscar

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