Margarita de Navarra no era navarra
«No existe bobo mayor que el hombre que se considera astuto,
ni más sabio que el que sabe que no lo es.»
Margarita de Navarra
Margarita de Navarra (Jean Clouet)
De Margarita de Navarra dijo Simone de Beauvoir, que fue "la escritora que mejor sirvió a la causa de su sexo (...) que propuso contra la licencia de las costumbres un ideal de misticismo sentimental y de castidad sin mojigatería, tratando de conciliar amor y matrimonio para honor y dicha de las mujeres". Como escritora, su obra más conocida es el Heptamerón, siguiendo el modelo del Decamerón de Bocaccio pero con la inversión de las situaciones de hombres y mujeres, ya que en la obra de Margarita son las mujeres quienes ridiculizan a los hombres. Su modo de escritura, señala la escritora y filósofa Séverine Auffret se asemeja al de Christine de Pizan: relata y a veces diserta. Harold Bloom coloca esta obra en la Edad Aristócrática.
Hay muchas formas de referirse a Margarita: Margarita de Angulema, Margarita de Francia, Margarita de Valois, Margarita de Alençon, Margarita de Navarra o Margarita de Orléans (Angulema, Francia, 11 de abril de 1492 - Odos, Altos Pirineos, 21 de diciembre de 1549). Sus biógrafos destacan que fue "una noble escritora y humanista ". Princesa de la primera rama de Orleans de la dinastía de los Capetos fue hermana de Francisco I de Francia. Duquesa de Alençon por su primer matrimonio con Carlos de Alençon en 1509, enviudó en 1525. Cuatro años después volvió a casarse, con Enrique II de Albret y se convirtió en reina de Navarra (1527-1549). Tuvo un importante papel en la primera parte del siglo XVI ejerciendo una profunda influencia en diplomacia francesa. Recibió una esmerada educación marcada por un humanismo italianizante estructurado en torno al latín, al griego y a la filosofía. Manifestó interés por nuevas ideas apoyando tanto a los artistas de la Corte de Francia que protege, especialmente a los escritores Rabelais y Bonaventure des Périers. Hablaba italiano y español al mismo nivel que el francés y tenía un gran interés en la política. Apreciada por su carácter abierto, su cultura y por haber hecho de su corte un brillante centro del humanismo, vivió los inicios de la Reforma a la que abrazó sin reparos.
Cauterets
« El que conoce su propia incapacidad, sabe algo, después de todo.»
La primera publicación de lo que se acabaría llamando Heptamerón tuvo lugar nueve años después de la muerte de la reina, con el título Histoires des Amans fortunez (París, Gilles Gilles, 1558) con solo 67 novelas y anónimo; en el prólogo del editor, Pierre Boaistuau, sugiere la paternidad de Margarita sobre la obra. Un año más tarde, aparece el Heptaméron des Nouvelles de très illustre et très excellente Princesse Marguerite de Valois, remis en son vray ordre, confus auparavant en sa première impression, (París: Claude Gruget, 1559) donde se aclara la cuestión de la autoría. Recibe su nombre del griego y quiere decir siete días, estando el octavo incompleto. Sigue, al menos en parte, el modelo del Decameron de Boccacio. El marco literario en el que se inscriben las narraciones es el de unos nobles que están descansando en Cauterets, en el Pirineo, y que cuentan historias para entretenerse mientras están incomunicados por las tormentas. La temática de la obra generalmente es de tipo amoroso: romances, infidelidades, engaños o burlas, lascivia, fuertes críticas a la licenciosidad de los franciscanos, etcétera. Margarita toma sus historias de diversas fuentes: los fabliaux, Boccacio, fuentes clásicas, literatura oral, historias coetáneas, literatura medieval...
Desde luego, el Heptameron retrata con precisión el idealismo caballeresco, el amor por encima del honor y el culto a la pasión amorosa, convirtiéndose en una historia extraña y de intensa belleza. Es un claro reflejo de la fragilidad de la virtud, el ardor de las pasiones humanas y las consecuencias de los buenos y malos sentimientos, así como las ilusiones de nuestras pasiones y la imprudencia de los amores desmedidos.
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