Roma, latín y vino



Toca Roma. ¿Cómo podría resumirse la historia de Roma en pocas palabras? Por si fuera poco, hay quien mantiene que "la Europa moderna se levanta sobre las ruinas del Imperio romano". Así, la cosa se complica. A lo largo de más de mil años, Roma floreció desde una agrupación de pueblos a orillas del Tíber hasta un imperio que se extendía por tres continentes. Su historia es una de las más impresionantes que vio el mundo antiguo y sigue viva hoy en muchos de los aspectos de nuestra vida. ¿Cuál es el legado de Roma a Cultura universal? De nuevo, ¿cómo contestar a esto en un artículo? Quizá a través de la literatura y del cine, y de alguna cosa más. Vamos a intentarlo.


Los romanos nunca habrían tenido tiempo

de conquistar el mundo

si antes hubiesen tenido que aprender latín.


Heinrich Heine


Sin duda, una parte esencial de este legado es el latín, una lengua que, en sus orígenes, solo se hablaba en el Lacio, donde se encontraba Roma. ¡Qué manera de extenderse una lengua! En mis tiempos mozos me tocó estudiar latín: en Tercero, Quinto, Sexto y Preu-Cou (tengo la duda con Cuarto). Recuerdo a los dos profesores: el padre Felipe Vinuesa, escolapio del Colegio Loyola de Oviedo donde estuve tres años interno y don Fernando Domínguez Navamuel, catedrático de Latín de Instituto Carreño Miranda, de Avilés. Todo ello reforzado por las clases particulares de don Faustino "el de Correos". En resumen, aquello me ha servido toda mi vida (y en situaciones diferentes). Además, ayudaba a Misa en Latín (cosas de tener tío cura) y cantaba (canto) el Tantum ergo sin equivocarme. Esto causó sorpresa a mi mujer cuando asistimos a una Misa en la catedral de Santiago de Compostela financiada por peregrinos centroeuropeos... Mucho después, me atreví con algunas páginas de Notitia utriusque Vasconiæ, tum ibericæ, tum aquitanicæ (Historia de las dos Vasconias, ibérica y aquitana)(1638), de Arnaud D'Oihenart, un tratado historiográfico de gran sentido crítico respecto a las teorías vigentes entre los vascos de la época, tales como el vasco-cantabrismo defendido por autores como Esteban de Garibay, entre otros.


Lápida en la tumba de un tabernero



El latín originó un gran número de lenguas europeas, denominadas romances, como el castellano, francés, asturiano, franco-provenzal, friulano, gallego, istriano, istrorrumano, italiano, ladino, ligur, lombardo, meglenorrumano, napolitano, occitano, piamontés, portugués, romanche, rumano, sardo, siciliano, valón, véneto, aragonés, arrumano, asturleonés, catalán, corso, emiliano-romañol, ladino y otros ya extintos, como el dalmático. También ha influido en las palabras de las lenguas modernas debido a que durante muchos siglos, después de la caída del Imperio romano, continuó usándose en toda Europa como lingua franca para las ciencias y la política, sin ser seriamente amenazada en esa función por otras lenguas en auge (como el castellano en el siglo XVII o el francés en el siglo XVIII), hasta prácticamente el siglo XIX. La Iglesia católica lo usa como lengua litúrgica oficial (sea en el rito romano sea en los otros ritos latinos), aunque desde el Concilio Vaticano II se permiten además las lenguas vernáculas.​ También se usa para los nombres binarios de la clasificación científica de los reinos animal y vegetal, para denominar figuras o instituciones del mundo del Derecho, como lengua de redacción del Corpus Inscriptionum Latinarum, y en artículos de revistas científicas publicadas total o parcialmente en esta lengua. Pero, hay más: en los últimos tiempos, han comenzado a producirse series de televisión en las que los romanos hablan en latín (Bárbaros).


Fresco del Palazzo del Magnifico, en Siena, pintado por Girolamo Genga,

Vayamos a los comienzos. En La Eneida, que está considerada como una de las obras cumbres de la Literatura latina, Virgilio narra los orígenes míticos de Roma. ¡Cómo no! También aquí aparecen los mitos. Su protagonista, Eneas, tuvo que superar, como Ulises, un sinfín de desafíos antes de llegar a su destino. En realidad, la Eneida es una síntesis de la Iliada y la Odisea. De los doce libros del poema, los seis primeros se identifican con la Odisea, mientras que los cantos VII a XII lo hacen con la Iliada y el ciclo troyano. Ocurre, además, que, sin Eneida, no llegaríamos a Rómulo y Remo, los gemelos fundadores de roma.

Eneas y Dido (1747), de Pompeo Batoni


La cosa, más o menos, empezó así: Cuando los griegos de Menelao, Ulises y Aquiles conquistaron Troya, y la pasaron a sangre y fuego, uno de los pocos defensores que se salvó fue Eneas, fuertemente "recomendado" (ciertas cosas se usaban ya en aquellos tiempos) por su madre que era nada menos que la diosa Venus -Afrodita-. Así, cualquiera. Con una maleta a hombros, llena de imágenes de sus celestes protectores, entre los cuales, naturalmente, el puesto de honor correspondía a su buena mamá, pero sin un euro en el bolsillo, el pobrecito se dio a recorrer el mundo como quien no quiere la cosa, al azar. En un primer momento, le acompañaban su esposa Creusa, que falleció poco después, su padre Anquises y sus hijos Lulo y Ascanio. Y después de no se sabe cuántos años de aventuras y desventuras, desembarcó, siempre con la maleta a cuestas, en Italia. Se puso a remontarla hacia el norte, llegó al Lacio, donde se casó con la hija del rey Latinus, que se llamaba Lavinia, fundo una ciudad a la que que dio el nombre de su esposa, y al lado de ésta vivió feliz y contento el resto de sus días.



La historia no es tan sencilla. De lo contrario, no habría tema. Es cierto que la llegada de los troyanos a Italia comenzó pacíficamente. El rey Latinus, el gobernante italiano, extiendió su hospitalidad, esperando que Eneas resulte ser el extranjero que, según una profecía, se supone que su hija Lavinia se casará. Pero la esposa de Latinus, Amata, tiene otras ideas. Ella quiere que Lavinia se case con Turnus , un pretendiente local. Amata y Turnus cultivan enemistad hacia los troyanos recién llegados. La enemistad se convierte en hostilidad, en peleas y, por supuesto, en la muerte de Turnus. En el argumento de la subyace una exaltación de los orígenes del pueblo romano y cuenta los viajes de Eneas, héroe troyano de estirpe divina, su estancia en Cartago y las guerra que tuvo que mantener para poder establecer su linaje en tierras itálicas. Según el poema virgiliano, Roma fue fundada nuestro héroe, cumpliendo así su designio de levantar una nueva Ilion (Troya). Se dice que al propio emperador Augusto le complació en extremo esta tesis. Sabido es que Julio César, que pertenecía a la familia Julia -gens Julia- , afirmaba que ésta procedía de Lulo, hijo de Eneas y nieto de Anquises y Venus. Julio César se adjudicaba de esta manera origen divino.

Un omento. Ahora llegamos a lo de Rómulo y Remo: Descendiente directa de Eneas y de Lavinia Rea Silva, a la que su tío Amulio había obligado a hacerse sacerdotisa de la diosa Vesta. Una monja que no se podía casar, evitando de esta forma pudiese tener descendientes que le hiciesen competencia a los suyos. Pero, un día de verano, Rea se fue al río a refrescarse. Se quedó dormida, momento que aprovechó Marte (dios de la guerra) para dejarla embarazada sin que ella (según dicen) se enterase. Nacieron gemelos, Rómulo y Remo. Amulio montó en cólera e hizo colocar a los niños en una balsa que los llevó río abajo, comenzaron a llorar de hambre y es cuando, dicen, que una loba que andaba por allí les amamantó...y, luego, fundaron Roma. La cosa es más prolija. Esto es un resumen.


Cicerón ante el Senado


Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? Quam diu etiam furor iste tuus nos eludet? Quem ad finem sese effrenata iactabit audacia?


Cicerón, Oratio in Catilinam Prima in Senatu Habita



Así se expresaba Cicerón ante el Senado romano el 8 de noviembre de 63 a. C. Es la primera de las Catilinarias. Aquí fue cuando Cicerón dio a conocer la conjura que preparaba Catilina para hacerse con el poder absoluto.​ De esta manera la conspiración fue descubierta a tiempo y los conjurados huyeron de la ciudad, para ser derrotados al año siguiente en la batalla de Pistoya.​ Como es natural, a lo largo de mil años, entre los romanos hubo sus más y sus menos. Mi difunto padre solía recitarnos tal Catilinaria cuando, por nuestros actos (más o menos apropiados), se avecinaba tormenta. Hay otro Quosque tandem que también ha inspirado algunos de mis momentos, y es, claro, el de Jorge Oteiza: "Cierto modo de relacionar (inseparable) nuestro comportamiento diario con el de los demás (nuestra conciencia inseparable de los demás)..."



Marco Tulio Cicerón es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.​Reconocido universalmente como uno de los más importantes autores de la historia romana, es responsable de la introducción de las más célebres escuelas filosóficas helenas en la intelectualidad republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. Gran orador y reputado abogado, Cicerón centró —mayoritariamente— su atención en su carrera política. Hoy en día es recordado por sus escritos de carácter humanista, filosófico y político. Sus cartas, la mayoría enviadas a Ático, alcanzaron un enorme reconocimiento en la literatura europea por la introducción de un depurado estilo epistolar. Cornelio Nepote destacó la riqueza ornamental de estas cartas, escritas «acerca de las inclinaciones de los líderes, los vicios de los comandantes y las revoluciones estatales», que transportaban al lector a esa época.​ Cicerón también fue filósofo y escribió sobre una vasta obra para el público latino. Aunque tuvo profesores de cada una de las escuelas filosóficas de su tiempo (platonismo, peripatetismo, estoicismo, epicureísmo y escepticismo), pasó su vida profesando su apego a la Academia de Atenas. La filosofía de Cicerón es una de las mayores representaciones del eclecticismo y del desarrollo del derecho natural.​ Constituido en uno de los máximos defensores del sistema republicano tradicional, combatió la dictadura de Julio César haciendo uso de todos sus recursos. No obstante, durante su carrera no dudó en cambiar de postura dependiendo del clima político. Esta indecisión es fruto de su carácter sensible e impresionable. Intemperante, era propenso a reaccionar de manera excesiva ante los cambios. ​Tras la muerte de César, Cicerón se convirtió en enemigo de Marco Antonio en la lucha por el poder que siguió, atacándolo en una serie de discursos. Fue proscrito como enemigo del estado por el Segundo Triunvirato y consecuentemente ejecutado por soldados que operaban en su nombre en el 43 a. C. después de haber sido interceptado durante un intento de huida de la península italiana.


César, Asterix y Obelix


La figura de Julio César es referencia obligada para aquel que quiera conocer uno poco la historia de Roma. De él, escribió Indro Montanelli que Cesar, a pesar de los pesares, "era un perfecto caballero, hombre de mundo, galante, elegante, despreocupado, lleno de humor, capaz de encajar las pullas de los demás ye replicarlas con mordaz sarcasmo. Era indulgente con los vicios ajenos porque tenía necesidad de que los demás lo fuesen con los suyos. Curión le llamaba 'el marido de todas las esposas y la esposa de todos los maridos'. Y una de las razones por la que los aristócratas lo odiaron tanto era que él seducía regularmente a sus esposas, las cuales, a decir verdad competían entre sí para ser seducidas". Además, conquistó las Galias, algo que los políticos de la metrópoli no le agradecieron. A mí me tocó traducir en clase De bello Gallico con éxito mediano. Pasados los años, aparecieron por el foro Asterix y sus paisanos de la irreductible aldea gala a través de los cuales los franceses conquistados quería cuestionar la hazaña de nuestro héroe. El resto lo conocemos por "Julio César", la tragedia de Shakespeare. Dirigida por Casio y Bruto, se produce una conspiración en la que César es asesinado (44 a.C., idus de marzo, o sea, el 15 de dicho mes). Marco Antonio, partidario de César, perdona a los conspiradores. Sin embargo, en uno de los mejores discursos que ha dado jamás el género dramático, incita al pueblo a rebelarse contra ellos. Con Octavio, hijo adoptivo de César, y Lépido forma una alianza contra el partido del Senado: el segundo triunvirato, y con la ayuda del espíritu de César ("volveremos a vernos en Filipos"), vencen a Casio y a o C-esar Impe Bruto el la batalla de Filipos. Después la historia continúa con "Antonio y Cleopatra", también de Shakespeare. A lo largo de los siglos, Julio César ha sido tema e inspiración para pintores, músicos, escritores ... Obras como Los Idus de Marzo, de Thornton Wilder, o César Imperial, de Rex Warner. Hay otros emperadores que han merecido la atención de grandes escritoras y escritores como Marguerite Yourcenar (Memorias ede Adriano), Robert Greaves (Yo Claudio), Albert Camus (Calígula).


Deja el anzuelo siempre dispuesto, cuando menos te lo esperas puede aparecer un pez.- Ovidio


En 2017 se produjo un curioso acontecimiento: El Movimiento Cinco Estrellas italiano logró en el Parlamento revocar una sentencia de exilio impuesta hace 2.000 años por el emperador Octavio Augusto contra el poeta Ovidio, autor de Las metamorfosis. "2.000 años después de su muerte, Roma quiere recordar la magnificencia del mejor poeta latino. Ovidio marcó la historia de la literatura italiana y se vio exiliado por Augusto, por razones nunca aclaradas”, señaló Eleonora Guadagno, defensora de la propuesta, en declaraciones recogidas por diversos medios italianos. “Queremos cambiar estas decisiones que fueron tomadas por Augusto y solo por Augusto. Con esta votación, estamos reparando este mal”, ha añadido Guadagno. Aunque los del Movimiento Cinco Estrellas hablan de libertad de creación del artista, otros señalan que su deportación a la ciudad rumana de Tomis (hoy, Constanza) tuvo que ver con un affaire con Julia, la hija de Augusto.


Si quieres que te amen, sé amoroso.


A los 18 años, Ovidio, influido por Tíbulo y Propercio, escribió el poemario Amores, libro de elegías dedicadas a una muchacha llamada Corina, que probablemente nunca existió, aunque reúne características de varios amores del poeta. Compuso después Ovidio una tragedia llamada Medea, que no se conserva, y las Heroidas o Cartas de las heroínas (Epistulae Heroidum), que nos presenta cartas supuestamente escritas por varios personajes míticos femeninos, como Ariadna o la misma Medea, a sus amantes. A esta obra le siguió una trilogía formada por tres poemas didácticos de tema erótico: Arte de amar (Ars Amandi o Ars Amatoria), Remedios de amor (Remedia Amoris) y Cosméticos para el rostro femenino (Medicamina faciei feminae).



Tuvo tres esposas. Con la primera se casó muy joven, pero finalmente fue tachada de nec digna nec utilis, «ni digna ni útil», lo que hace pensar que no pertenecía a su mismo rango social y que no le dio hijos en su corto matrimonio. No se sabe a ciencia cierta a cuál de sus dos primeras esposas se refiere como natural del país de los faliscos. Su segundo matrimonio fue corto también, pero en éste tuvo una hija que le hizo dos veces abuelo en sendos matrimonios. Las noticias sobre su tercera esposa, Fabia, son mucho mayores. Con ella tuvo otra hija, y por ella Ovidio sintió gran cariño: fue con ella una mezcla entre padre y maestro literario. En esta época de su vida escribió Las metamorfosis.

El nacimiento de Adonis, de Marcantonio Franceschini

Las metamorfosis es considerada como una obra maestra de la edad de oro de la literatura latina. Es la epopeya en 15 volúmenes que recoge gran parte de la mitología grecorromana, poniendo énfasis en las transformaciones sufridas por al menos uno de los personajes de cada historia, desde el origen del cosmos hasta la muerte y apoteosis del emperador Cayo Julio César. La obra, que se conserva casi íntegra, no sólo fue una gran fuente de inspiración para autores posteriores, sino que dio a los estudiosos un material único sobre mitología clásica. Fue además una de las obras clásicas más leídas durante la Edad Media y el Renacimiento, Las metamorfosis inspiró a múltiples artistas, como Tiziano, Velázquez y Rubens, y continúa ejerciendo una profunda influencia en la cultura occidental. Las metamorfosis fue utilizada por el compositor inglés Benjamin Britten en una obra para oboe solo titulada Seis metamorfosis de Ovidio, que evoca las imágenes de la obra. Infinidad de ejemplos en la música barroca utilizaron episodios de Las metamorfosis para el argumento de cantatas, serenatas y óperas.


A Petronio, árbitro de la elegancia, nombrado por Nerón consejero en cuestiones de Buen Gusto, se le atribuye la autoría de El Satiricón. Acabó mal. Se suicidó tras ser condenado a muerte por haber conspirado contra el emperador. El Satiricón es el primer ejemplo de literatura picaresca en Europa. Conservado sólo fragmentariamente, es una obra en prosa con algunos pasajes en verso que narra las aventuras de unos jóvenes libertinos. Estructurada en episodios y repleta de novedosos recursos estilísticos, constituye una sarcástica descripción de la sociedad romana de la época. Quizá El Satiricón sea la última gran obra de la Literatura latina. Lo que sigue irá perdiendo interés. Aún así, pasarán tres siglos hasta el final. "Como todos los grandes imperios -afirma Indro Montanelli-, el romano no fue abatido por el enemigo exterior, sino roído por su manes internos. Y su acta de defunción fue firmada no por la deposición de Rómulo Agústulo -el último emperador de Occidente-, sino por la adopción del cristianismo como religión oficial del estado y por el traslado de la capital a Constantinopla".



A través de la literatura —especialmente la obra de Catón, Columela, Horacio, Paladio, Plinio, Varrón o Virgilio— podemos entender el papel del vino en la cultura romana y comprender las costumbres de la época sobre su producción y la viticultura. Roma desempeñó un papel fundamental en la historia del vino. Las primeras influencias de la viticultura en la Península Itálica pueden seguirse hasta los griegos y etruscos. El auge del Imperio Romano supuso un aumento en la tecnología y el conocimiento de la producción de vino, que se extendió a todas las partes del imperio. La influencia romana tuvo un profundo efecto en las historias de las principales regiones vinícolas europeas actuales. En las manos de los romanos, el vino se volvió «democrático» y estuvo disponible para todos, desde el esclavo más bajo hasta el aristócrata, pasando por el campesino. La creencia romana de que el vino era una necesidad vital diaria promovió su extensa disponibilidad entre todas las clases. Esto llevó al deseo de llevar la viticultura y la producción de vino a todas las partes del imperio, para asegurar un suministro estable para los soldados y colonos romanos. La economía también entró en juego, a medida que los mercaderes romanos veían oportunidades de comercio con tribus nativas como los galos y germanos, llevando la influencia de Roma a estas regiones antes de la llegada de las milicias.​ Muchas de las técnicas y principios desarrolladas por primera vez en la época romana pueden encontrarse en la producción de vino actual.​

Hay algo que no puedo guardarme. Sin Roma, ni hubiésemos tenido la oportunidad de conocer a Pijus Magnificus.




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