MENOS MAL QUE NO VEIA




A Homero, el hombre que no veía, se le atribuyen dos los más grandes poemas épicos de la historia: la Iliada y la Odisea. Como nos recuerda el gran Indro Montanelli (y a pesar de los pesares), no sabemos nada de Homero. Ni siquiera sui verdaderamente existió. Según la leyenda más comúnmente aceptada, fue un "trovador" ciego delo siglo VIII antes de Jesucristo, que los señores contrataban para oírle cantar sus maravillosas historias. Ellos no podían leerlas porque eran analfabetos, y el tiempo lo pasaban únicamente guerreando, cazando y saqueando. Pero también Homero, tal vez era analfabeto. Recogió la materia de sus poemas directamente de los labios del pueblo y la transformaba, con su inagotable fantasía, según el gusto de los aristócratas auditores. A pesar de las consideraciones de ciertos poetas, la guerra de Troya ocurrió. Curiosamente, sus ruinas están cerca de Galípoli, escenario de unas de las batallas más sangrientas de la I Guerra Mundial.


‘Iliada’, grabado de John Flaxman.



Canta, diosa, la cólera aciaga de Aquiles Pelida,

que a los hombres de Acaya causó innumerables desgracias

y dio al Hades innúmeras almas de intrépidos héroes

cuyos cuerpos de presa sirvieron a perros y pájaros de los cielos.

Ilíada, I, 1-5


Una síntesis posible: La Ilíada es el relato detallado de ciertos acontecimientos acaecidos en la última fase de la guerra, de 10 años de duración, que enfrentó a la confederación de los griegos («argivos» o «aqueos») y a Troya/Ilión y sus aliados los «danaos». Es un relato que examina el absurdo de la furia y el orgullo, y el carácter tétrico de la guerra. La Ilíada nos acoge de golpe, Homero no se anda con rodeos. El lector no se precipita desde las murallas de Troya, sino directamente en el décimo año de la tempestad. Abrir Homero es recibir la bofetada de los temporales y las batallas. Sorprendemos a los griegos en plena asamblea, celebrando un consejo, aunque nada sabemos sobre las causas de la discordia. Homero es a la literatura lo que un aqueo a la guerra: corta en carne viva. El tema de la Ilíada es Aquiles, su cólera y las catástrofes que provoca.


La llamada «Máscara de Agamenón». Descubierta por Heinrich Schliemann en 1876 en Micenas.


Por otro lado, siempre me han llamado la atención algunas frases relacionadas (aunque sea remotamente) con la Ilíada. Por ejemplo: “La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero“, frase que aparece en el "Juan de Mairena", de Antonio Machado. En la Ilíada y en otras obras se dice que Agamenón es hijo de Atreo, nieto de Pélope y bisnieto de Tántalo, aunque algunos lo consideran hijo de Plístenes y nieto de Atreo, en cuya casa Menelao y él habrían sido educados tras la muerte de su padre.​ Su madre fue Aérope según la mayoría de las fuentes, pero algunas nombran a Erífile como esposa de Plístenes y madre de Agamenón. Además de Menelao, Agamenón tenía una hermana llamada Anaxibia, Cindrágora o Astíoque. ​Agamenón y Menelao fueron criados junto con Egisto, el hijo de Tiestes, en la casa de Atreo. Cuando se hicieron adultos Atreo envió a Agamenón y Menelao a buscar a Tiestes. Lo hallaron en Delfos y le llevaron ante Atreo, quien le arrojó a una mazmorra. Acto seguido se ordenó a Egisto que le matase, pero este, reconociendo a su padre, se abstuvo de tan cruel acto, mató a Atreo y, tras haber expulsado a Agamenón y Menelao, ocupó junto con su padre el trono de Micenas.​ Los dos hermanos deambularon durante un tiempo hasta llegar al fin a Esparta, donde Agamenón se casó con Clitemnestra, la hija de Tindáreo, con quien fue padre de Ifianasa (Ifigenia), Crisótemis, Laódice (Electra) y Orestes, y Menelao con Helena.


Troya en llamas, por Johann Georg Trautmann (siglo XVIII).

Según los cálculos de Eratóstenes, en 1184 (a C) finalizó la guerra de Troya. Los aqueos saquearon e incendiaron la ciudad. y, de aquel hecho, nos quedaron frases como "Arda Troya", "Aquí fue Troya", "Se armó la de Troya". Acudo raudo al María Moliner (regalo de mis hijos). Para "Arda Troya" señala: "Expresión con la que alguien muestra indiferencia por las posibles malas consecuencias de una cosa que está decidido a hacer". Para "Allí (o aquí) fue Troya": "Expresión enfática que se emplea en las narraciones para significar que, en el momento de que se está hablando, se armó un gran escándalo, riña o confusión".



El cerco de Troya duró diez años. Los griegos idearon una nueva treta, un gran caballo de madera hueco. Fue construido por Epeo y lo ocuparon soldados griegos encabezados por Odiseo. El resto de la armada griega fingió partir y un espía griego, Sinón, convenció a los troyanos de que el caballo era una ofrenda a Atenea. A pesar de las advertencias de Laocoonte y Casandra, los troyanos introdujeron el caballo en la ciudad e hicieron una gran celebración y, cuando los griegos salieron del caballo, la ciudad entera estaba bajo el sueño de la bebida. Los guerreros griegos abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada al resto de las tropas y fue saqueada sin piedad alguna. Durante el saqueo, los griegos masacraron a la mayor parte de los troyanos y prendieron fuego a la ciudad.

Ayax y Casandra, por Solomon Joseph Solomon


Casandra fue ultrajada por Áyax el Menor o arrastrada por este mientras ella se hallaba agarrada a la estatua de Atenea. Menelao mató a Deífobo y recuperó a Helena. El rey Príamo fue muerto por Neoptólemo en el altar de Zeus Herceo. Astianacte, hijo de Héctor, también fue asesinado por los aqueos, que lo arrojaron desde lo alto de una torre. Después del saqueo, los griegos celebraron sacrificios a los dioses. Algunas de las mujeres troyanas que quedaron con vida fueron esclavizadas: Neoptólemo obtuvo a la esposa de Héctor, Andrómaca; Agamenón obtuvo a Casandra; la reina Hécuba fue parte del botín otorgado a Odiseo. Sin embargo, a Laódice se la tragó la tierra. Por otra parte, Políxena fue sacrificada sobre la tumba de Aquiles.


Derrotados los troyanos y destruida Troya, Homero narra en La Odisea narra las aventuras, peligros y desafíos que vivió el héroe griego Odiseo (Ulises), durante mas de diez años, para poder regresar a Ítaca a reunirse con su familia, luego del triunfo en la guerra de Troya. Allí le espera su mujer Penélope. Pero el viaje estará lleno de obstáculos que Ulises debe superar. El regreso del héroe es narrado, con arte magistral, sin recelar de las vueltas atrás o de las digresiones, porque el objetivo supremo es lograr mayor gozo en la narración de bellas historias. Todo ello se logra, además, sin que merme en absoluto la cohesión que mantiene unidos sus episodios.

La Odisea, según Navarro y Saurí


Fue el periodista Indro Montanelli el primero en advertirnos sobre Ulises: "presentado como ejemplo y modelo, es uno de los más descarados embusteros y embrollones de la historia. Y la medida de su grandeza la proporciona el éxito, que debía ser la verdadera religión de aquella gente, prescindiendo de los medios para alcanzarlo". Una afirmación de tal calibre podría hacernos pensar en una boutade del maestro Montanelli, pero no: otros piensan lo mismo. Este es el caso de Adam Nicolson que, para quien no lo conozca es el Quinto Barón de Carnock (claro que no usa el título) y miembro de la Royal Society of Literature, creada por el rey George IV. y también autor de un maravilloso libro, El Eterno Viaje. Cómo vivir con Homero. Pues bien, Nicolson, respalda al periodista italiano cuando resalta que, "en el mundo de Ulises no hay nada digno de confianza. Sus relatos de monstruos imposibles -Escila, Caribdis, los cíclopes y las sirenas- se narran como si fueran verdad. En cambio, otros como los lugares y personas reales -Egipto, Sicilia y los Cretenses- son claramente cuantos inventados por Ulises, las mentiras que el mismo se explica. Ulises es un impostor imperturbable que, en el tiempo de una sonrisa, pasa del engaño a la densa del honor, y viceversa".

Ulises y las sirenas. Manuscrito del S. XIV

La Odisea ha tenido mucha más trascendencia posterior que la Iliada. Su influencia aparece claramente en la Eneida, de Virgilio. También en la Divina Comedia, de Dante Alighieri,...en Shakespeare, en Calderón, en Temmyson,...en Cavafis, Kazantsakis,... en Ezra Pound, en Giomo, en Pavese, en Moravia,...Aparece en Tiempo de Silencio, de Luis Martín Santos, en Borges, en Buero Vallejo, amén del ya citado Joyce o de Derek Walcott.


La herencia de Homero, el poeta ciego, se ha extendido y enriquecido la Literatura europea y universal a lo largo de los siglos como una marea sin fin. La encontramos, además de en Píndaro, en Esquilo, en Virgilio, en Dante (La Divina Comedia) en Shakespeare (Trioio y Crésida), en Calderon de la Barca (Los encantos de la culpa)… Ezra Pound(Cantos), Kazantzakis (Odisea)… Césare Pavese, Alberto Moravia (El desprecio), Borges, Buero Vallejo (La Tenedora de Sueños), Robert Graves (La hija de Homero),Derek Walcott (Omeros) …


Kirk Douglass como Ulises.

También tuvo, claro, su versión cinematográfica en 1954, Ulises, dirigida Mario Camerini y Mario Bava, con Kirk Douglas, Silvana Mangano, Rosana Podestá y Anthony Quinn, que a pesar de haber sido la más taquillera en Italia cuando se estrenó, no pasará a la historia. Sí pasó la historia 2001: Una Odisea en el espacio, de la que ya hemos hablado, con algunos guiños a la obra de Homero.

Antígona y Edipo



"Tú, Ismene, mi querida hermana,

que conmigo compartes las desventuras que Edipo nos legó,

¿sabes de un solo infortunio que Zeus

no nos haya enviado desde que vinimos al mundo?".

- Sófocles, Antígona.


No se puede explicar la cultura occidental sin explayarse un poco en la Grecia antigua más allá (o más acá, según como se mire) de Homero. Eso sí, para entender bien este asunto, es más que recomendable adentrarse en el conocimiento de los mitos griegos, que explican casi todo: la historia, el arte, la filosofía...hasta el amor. Para adentrarme en el tema sin excesivas complicaciones recurro a Los mitos griegos de Robert Graves que, a su erudición, suma perspicacia y sentido del humor. Graves es el complemento ideal para otro escritor con un sentido del humor a prueba de bombas, Indro Montanelli, a los mitos del inglés, suma la historia.


El oráculo de Delfos


Sintetizando mucho, pero, mucho, la historia de Grecia podría resumirse el nacimiento de las ciudades-estado (polis), los Juegos Olímpicos, el Oráculo de Delfos y, sobre todo, el nacimiento de la tragedia. La tragedia marcará la historia posterior: no solo de Grecia. De Europa entera. La cuestión tiene su "aquello", porque la tragedia nace de las fiestas celebradas en Atenas en honor de Dionisios, el dios de la embriaguez. "Su creador -nos recuerda Dietrich Schwanitz- es Tespis (alrededor del 534): entre el canto del coro y la antístrofa Tespis hace que un actor relate en verso un tema mítico (de igual manera que en la Edad Media el teatro europeo moderno se desarrolla a partir de la liturgia cristiana). Así, Nietzsche contrapone lo dionisiaco (lo transgresor) de la tragedia al principio de lo apolíneo (la mesura). Pero, en la realidad, la tragedia griega, comparada por ejemplo con Shakespeare o Hollywood, reduce la acción a lo esencial y se concentra en un solo problema. Con la tragedia se produce el tránsito desde el culto a la política y, en tanto que teatro democrático, se convierte en el culto de la polis".


Kourion (Episkopi, no lejos de Limassol)


En muchos rincones del Mediterráneo, el rastro incontestable de la presencia griega son los teatros. Teatro, no lo olvidemos es una palabra griega -θέατρον, théatron- que designa al lugar para contemplar. He visitado teatros de más de 3000 años de antigüedad en lugares distintos: en Éfeso, en Salónica, en Atenas, en Taormina,... Recuerdo con especial cariño el Kurion, un pequeño teatro frente al mar cerca de la aldea de Espiskopi, en Chipre. Una colega (periodista) chipriota nos explicó que allí se habían representado las grandes tragedias: las mismas que se presentaban en el continente. Durante el siglo V, en el orbe griego, se representaron unas mil tragedias (que se dice pronto). Trescientas de ellas escritas por los tres grandes poetas: Esquilo, Eurípides y Sófocles. De éstos, solo se conservan treinta y siete: diecinueve de Eurípides, siete de Esquilo y siete de Sófocles. De los tres, mi favorito es Sófocles. Y, de su obra conocida, me quedo con tres: Electra, Edipo Rey y, sobre todo, Antígona.



¿Qué decir de Sófocles? Para empezar que era un rico heredero cuyo nombre significa nada menos, "sabio y honrado". A todo esto, es decir, hermoso nombre y hermoso patrimonio, nuestro trágico, como recuerda el comendatore Montanelli, se añadía todo lo demás: era guapo, sano como una manzana, atleta perfecto y excelente músico. Aún antes que como dramaturgo, consiguió popularidad como campeón de pelota y tocador de arpa; y tras la victoria de Salamina fue designado para dirigir un ballet de jóvenes desnudos, elegidos entre los más hermosos de Atenas, para festejar el triunfo. Por otra parte, además de en el teatro, hizo una espléndida carrera en la política: Pericles nombró ministro del Tesoro, y en 440 le confirió galones de general al mando de una brigada en la campaña contra Samos. Como militar no debió ser muy allá, ya que su mentor, el autokrator de Atenas, o sea, Pericles, dijo que prefería como dramaturgo.



Electra trata un tema muy relacionado con las Coéforas, de Esquilo, y que contemporáneamente desarrolla Eurípides. Los hermanos Electra y Orestes, hijos de Agamenón, vengan la muerte de éste en su propia madre Clitemnestra. La movilidad y la variedad de los acontecimientos producen una serie de reacciones en Electra que perfilan su dolorosa personalidad. La obra de Sófocles se ha convertido con el curso del tiempo en el paradigma de la tragedia griega, y sobre ella descansa en gran medida nuestra comprensión de este género y de sus implicaciones filosóficas y religiosas. Su estilo es una mezcla prodigiosa de naturalidad y dignidad literaria, un registro, aparentemente sencillo, que parece dar siempre con la nota justa.



Edipo, rey de Tebas, hijo de Layo y Yocasta, que son los reyes de Tebas. Un oráculo advirtió a Layo que sería asesinado por su propio hijo. Él asustado, ató los pies de su hijo recién nacido y lo abandonó para que muriera en una montaña solitaria. Su hijo fue recogido por un pastor y entregado al rey de Corinto, quién le dio el nombre de Edipo y lo adoptó como su propio hijo. El niño no sabía que era adoptado, y cuando un oráculo proclamó que mataría a su padre, abandonó Corinto. Durante su camino se encontró con Layo, y lo mató creyendo que el rey y sus acompañantes eran una banda de ladrones y así, inesperadamente, se cumplió el oráculo. Edipo llegó a Tebas, acosado por un monstruo espantoso, la esfinge, que andaba por la ciudad montando y devorando a todos los viajeros que no sabían responder al enigma que les planteaba. Cuando Edipo resolvió el enigma, la esfinge se suicidó. Creyendo que Layo había muerto por un grupo de extranjeros y agradecidos a Edipo por haberle librado de la esfinge, los tebanos le recompensaron haciéndolo su rey y dándole a la reina Yocasta por su esposa. Durante muchos años la pareja vivió feliz, sin saber que ellos en realidad eran madre e hijo. Pronto Edipo descubrió que había matado a su padre, Yocasta se suicidó al enterarse de todo y cuando Edipo vio que Yocasta estaba muerta se quitó los ojos para que nadie viera lo desgraciado que es. Edipo teme de sus hijos porque nadie las querrá por su culpa. Le pide a Creonte (su cuñado) que las cuide y que gobierne el trono mientras el muere en el monte Citerón.


De las tres tragedias, me quedo con Antígona. El mismísimo Hegel (sí, Wilhelm Friedrich Hegel) la consideraba "una de las obras de arte más sublimes, en todos los aspectos, de todos los tiempos: el más alto presentimiento que el mundo antiguo tuvo sobre el sentido ético de la mujer y en la familia". Resulta el filósofo Martin Thibodeau que el interés hegeliano por Antígona acompaña la elaboración y el desarrollo de su pensamiento y de su filosofía desde sus primeros escritos hasta su sistema del idealismo absoluto o especulativo.

Antígona


Antígona, hija de Edipo, hermana de Polinice, considerado éste traidor traidor a la patria, desobedeció las órdenes de Creonte, rey de Tebas, y enterró el cuerpo de su hermano con los últimos honores. Condenada a ser enterrada viva, Antígona se quita la vida ahorcándose. Hermón, hijo de Creonte, la amaba y, al conocer la noticia, se quitó asimismo la vida clavándose un puñal. Eurídice, esposa de Creonte, desesperada, se suicida asimismo.


Escenografía de la Antigone de Anouilh


Entre todas las tragedias de Sófocles, será Antígona, junto a Edipo Rey, la que más ha cautivado la imaginación occidental a lo largo de los siglos. La obra ha suscitado un sinfín de interpretaciones y de versiones. Desde Hegel, pasando por Hölderlin, Heidegger, Anauilh, Kierkegaard, Brecht, Zambrano... y tantos otros. Walter Hasenclever escribió una adaptación en 1917, inspirada en los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial. La tragedia del dramaturgo francés Jean Anouilh Antigone se inspiró tanto en la obra de Sófocles como en el propio mito. Se estrenó en París en el Théâtre de l'Atelier en febrero de 1944, durante la ocupación nazi de Francia. Justo después de la Segunda Guerra Mundial, Bertolt Brecht compuso una adaptación, Antigone, que se basó en una traducción de Friedrich Hölderlin y se publicó con el título de Antigonemodell 1948. Antígona inspiró la novela en español del año 1967 La tumba de Antígona de María Zambrano. La obra del dramaturgo portorriqueño Luis Rafael Sánchez, del año 1968, La Pasión según Antígona Pérez, ambienta la obra de Sófocles en un mundo contemporáneo donde Creonte es el dictador de una nación latinoamericana ficticia y Antígona y sus «hermanos» son luchadores disidentes por la libertad.

Irene Papas en Antigona


Las tragedias de Sófocles también ha sido llevada al cine en diferentes versiones. Centrémonos en Antígona: Yorgos Tzavellas adaptó la obra al cine en 1961 y también la dirigió. A la heroína protagonista la interpretaba Irene Papas. La película de mi admirada Liliana Cavani del año 1970 Los caníbales es una fantasía política contemporánea basada en la obra de Sófocles, con Britt Ekland como Antígona y Pierre Clémenti como Tiresias. En 2014 se estrenó Antígona despierta ​ dirigida por Lupe Pérez García y con Gala Pérez. De 2018 es la coproducción mexicano-francesa Antígona,38​ mezcla de teatro y documental, sobre unos estudiantes de la UNAM que preparan una representación de la tragedia; el guion, la fotografía y la dirección son de Pedro González-Rubio.


Las obras de Sófocles han inspirado a compositores musicales de todos los géneros y estilos. Felix Mendelssohn compuso una suite de música incidental para la puesta en escena de Ludwig Tieck de la obra en 1841. Incluye una obertura y siete coros. Hay, además, cuatro óperas: Antigone (1977) de Dinos Constantinides, sobre libreto en inglés de Fitts y Fitzgerald; Antigone (1986) por Marjorie S. Merryman; Antigone (1988) con música de Vassily Lobanov y libreto (en ruso) de Alexey Parin y la cuarta, The Burial at Thebes (2007–2008), por Dominique Le Gendre y libreto de Seamus Heaney, basado en su traducción para el teatro. En febrero de 2020 se estrenó Antigone and the King, escrita por Noah Gould y Micah Mooney.



Si hacemos caso a María Zambrano, "Antígona no se se suicidó en su tumba": "Antígona, en verdad, no se suicidó en su tumba, según Sófocles, incurriendo en un inevitable error, nos cuenta. Mas, ¿podía Antígona darse muerte, ella que no había dispuesto nunca de su vida? No tuvo siquiera tiempo para reparar en sí misma. Despertada de su sueño de niña por el error de su padre y el suicidio de la madre, por la anomalía de su origen, por el exilio, obligada a servir de guía al padre ciego, rey mendigo, inocente-culpable, hubo de entrar en plenitud de la conciencia. El conflicto trágico la encontró virgen y la tomó enteramente para si; creció dentro de él como una larva en su capullo. Sin ella, el proceso trágico de la familia y de la ciudad no hubiera podido proseguir ni, menos aún, arrojar su sentido".


Ante esto, poco más se puede decir, o quizá sí. Recomendar vivamente la lectura de la adaptación de Bertolt Brecht tomada de la traducción de Hölderlin de la tragedia de Sófocles.






Bibliografia

Homero,

- Ilíada, Barcelona (1953), José Janés editor. Versión de Fernando Gutierrez.

- Odisea, Ed. Antonio López Eire, Barcelona (2010): Austral.

Sófocles, Tragedias, Madrid (2001): Gredos

Referencias bibliográficas

Aristóteles, El Arte Poética, Madrid (1984): Espasa-Calpe.

Brecht, Bertolt, Teatro Completo XIII, Buenos Aires(1973): Nueva Visión.

Greaves, Robert, - Los mitos griegos, Barcelona (1984): Ariel.- La guerra de Troya, Madrid (2009): El Aleph.- La hija de Homero, Barcelona (1987): Edhasa.

Montanelli, Indro, Historia de los griegos, Barcelona (2001): De Bolsillo. Nicolson, Adam, El eterno viaje, Barcelona (2015): Ariel.

Nietzsche, Friedrich, El nacimiento de la tragedia, Madrid (1977): Alianza.

Steiner, George, Antígona: una poética y una filosofía de la lectura, Barcelona (1987): Gedisa.

Thibodeau, Martin, Hegel y la tragedia griega, Buenos Aires (2015): Prometeo.

Zambrano, María, La tumba de Antígona, Madrid (2015). Cátedra.




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