CAPOTE, TRUMAN

 


 

"Tengo más o menos la altura de una escopeta y soy igual de estrepitoso. 

Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”. 

 

Este es, según él mismo, Truman Capote, autor de A sangre fría o Desayuno en Tiffanny’s, y uno de los grandes narradores estadounidenses de la segunda mitad del siglo XX, cuyo contacto con las altas esferas sociales e intelectuales de la comunidad neoyorquina influenciaría en su enfoque cáustico. Alguien le ha definido como "frívolo, despiadado, fiestero, genial", los hay quienes como José  María Guelbenzu se refieren a él como "el rey Midas de la belleza literaria"

 

La modelo Jerry Hall, el artista Andy Warhol, la cantante de Blondie Debbie Harry, Truman Capote y la hija de Pablo Picasso, Paloma Picasso. En Studio 54 en ese año loco que fue 1979


Aunque el escritor nació en la cálida y húmeda Nueva Orleans, los hitos más importantes de su trayectoria están en Nueva York. Desde mi primera vista a Nueva York, llevaba siempre una referencia personal, casi siempre vinculada a algún local. En aquel primer viaje (1972), quería visitar a Pete Seeger (que era mi ídolo absoluto). Joaquín Diaz, con quien había establecido una relación de amistad, me dio la dirección de Harold Leventhal, el manager de Seeger (y “descubridor” de Bob Dylan). Leventhal tenía su oficina en un edificio viejo de la Calle 40. Montones de papeles encima de mesas, sillas, un cartel de un concierto de Dylan y una amable joven que me mintió muy caritativamente, eso sí, diciéndome que no estaba. Esto no fue óbice ni cortapisa para que  me llevase un álbum (entonces, “long play”) con canciones de la Brigada Lincoln (que había estado en España) interpretadas en su mayoría por Pete Seeger. Volví dos años más tarde y esa vez el destino fue Max Kansas City, el local de Lou Reed, Andy Warhol o Truman Capote. Visité el local con otros tres miembros de una tuna (una tuna, eso sí, de cuatro miembros). ¡Toda una experiencia! Entramos con nuestras guitarras, capas, bandurria y pandereta, claro. ¡Y pasamos desapercibidos! En otro viaje, dos décadas más tarde, impresionado por la lectura de “A sangre fria” (que me había convertido en un rendido admirador de Capote) convertida además en la obra fundacional del Nuevo Periodismo, como reconoce Tom Wolfe.  quería ir a Le Cote Basque. The New York Times lo llamó "un antiguo templo de la alta sociedad de la cocina francesa en 60 West 55th Street". El restaurante lo había fundado un cocinero vasco(de  Baiona) Henri Soule que había llegado a la ciudad con motivo de la Feria Mundial de 1939. Le Cote Basque. 1964 es, además, el título de un relato que T. Capote publicó en la revista Esquire, con el que, según Elvira Lindo, “se hundió para siempre”. No fue para tanto. Además, los personajes que describe eran reales. Mi problema es que acudí al restaurante con mi jefe, un individuo fatuo e inculto que se empeño en enseñar al sommelier como se cataba un vino. No pude disfrutar del momento, aunque me quedé con un sobre de cerillas y con algunos datos que nos dio el maitre.

 



Elvira Lindo no conoció el restaurante original, así que se explaya con el paso de los ejecutivos y una marca de zapatos “de más de seiscientos dólares”. Te das cuenta que el Nueva York de esta señora (o el de Muñoz Molina, su marido, Ventanas de Manhattan) no tiene nada que ver con otros "Nuevayorkes", más "verdaderos" como los vividos, en diferentes momentos, eso sí por paisanos suyos  como Federico García Lorca (Poeta en Nueva York), Carmen Martín Gaite (Caperucita en Manhattan) o Enric González (Historias de Nueva York). Todo esto para decir: ¿Cómo se atreve la señor Lindo a criticar a Truman Capote?

 

Retrato de George Rose

Truman Capote (de nombre real Truman Streckfus Persons) nació el 30 de septiembre del año 1924 en la ciudad de Nueva Orleans (Estados Unidos). Era hijo de un comerciante llamado Archulus Persons y de una reina de la belleza de nombre Lillie Mae Faulk que adoptó el apellido de Capote tras contraer matrimonio con Joseph García Capote, empresario de ascendencia cubana. Tras el divorcio de sus padres, el pequeño Truman se fue a vivir con unos familiares en Alabama hasta que en 1942, tras pasar por Connecticut, la familia Capote terminó trasladándose a Nueva York. A los diecisiete años de edad, Truman abandonó los estudios para comenzar a escribir en el periódico The New Yorker. Su trayectoria como novelista comenzó con el libro gótico sureño Otras Voces, Otros Ámbitos (1948),  y alcanzó su máxima repercusión con A Sangre Fría (1966), “novela de no-ficción” que instauró el “nuevo periodismo literario” y que adaptó para la gran pantalla el director Richard Brooks. Otro de sus títulos más conocidos es Desayuno En Tiffany’s” (1948), llevada al cine por Blake Edwards con Audrey Hepburn como protagonista principal. Capote falleció el 25 de agosto de 1984 en la ciudad californiana de Los Ángeles.



 

 







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