BECKETT, Samuel
Asistí a una representación de
Esperando a Godot a principios de la década de los 1970. La obra me gustó
porque rompía con el teatro al que estaba acostumbrado (y no es que lo
estuviese especialmente más allá del Estudio 1 y los grupos de aficionados que
venía a Avilés. Es cierto que no todo el mundo opina lo mismo. Por ejemplo,
Jorge Luis Borges
Vivian Mercier resalta que Beckett "había
llegado a la imposibilidad teórica: un drama en el que nada ocurre, que sin
embargo mantienen al espectador pegado a la silla. Lo que es más, dado que el
segundo acto no es más que un remedo del primero, Beckett ha escrito un drama
en el que, por dos veces, nada ocurre".
Como ha quedado dicho, la obra
(escrita en francés) se divide en dos actos, y en ambos aparecen dos
vagabundos llamados Vladimir y Estragón que esperan en vano junto a camino a un
tal Godot con quien, según parece, tienen una cita. El espectador nunca llega a
saber quien es Godot, o que tipo de asunto han de tratar con él. En cada acto
aparecen el cruel Pozz y el esclavo Lucky (en inglés, "afortunado"),
seguidos de un muchacho que hace llegar el mensaje a Vladimir y Estragón de que
Godot no vendrá hoy. "mañana, seguro que sí".
El bueno de Beigbeder concluye que
de lo que se trata, pues, es "amueblar la espera con un poco de
conversación; a ratos Esperando a Godot recuerda esas salas de espera de
consultorio de dentista en el que los pacientes se sientes obligados a hablar
entre ellos para olvidar que están a punto de ser torturados; en otros
momentos, hace pensar en un ascensos averiado en un edificio del barrio
parisino de la Defense" (en la Defense se encuentra los edificios más
altos de Paris).
Samuel Beckett
A contrario de lo que le ocurrió al bueno de Borges, yo sí seguí leyendo a Becket. En mis tiempos de Universidad
leí, además, Molloy, Malone Muere y El Innombrable. Más tarde, hice
lo propio con Mercier y Camier. Mientras escribo esto, me doy cuenta que
gran parta de la obra de Beckett la escribió en francés a pesar de su condición
de sublime irlandés (como lo llama Frédéric Beigbeder).
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